domingo, 29 de marzo de 2009

पलारस एन एल aire

Hace ya algunos años que la megafonía se instaló en Buñol. Altavoces como los de la imagen por los que las palabras brotaban. En aquella época recuerdo al entrañable tío Chato y al inconfundible Alvarez dando los bandos: Películas en los dos cines, actos culturales, defunciones y demás información de interés público. Era otra época. Los tiempos han cambiado. Las nuevas tecnologías permiten ahora que mediante un sms desde la página en internet del Consistorio nos lleguen algunas de esas informaciones.

Se cumplen treinta años de los Ayuntamientos democráticos, desde entonces hasta hoy se han producido muchos cambios, unos para mejorar y otros para empeorar, como en casi todo.

No quisiera caer en la tentación de hacer mías las palabras de Jorge Manrique afirmando que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero sin duda la época dorada de la participación ciudadana en la política de Buñol fueron las dos primeras legislaturas y parte de la tercera. En aquella época se salvaron las diferencias políticas consiguiendo una participación muy activa de todos los partidos en las distintas áreas y competencias de cada Concejalía, siendo capaces a la vez de incluir en la toma de decisiones a personas independientes y de cualquier ideología o credo. Fue una época en la que se dio una auténtica lección de democracia participativa quizá motivada por la ilusión después de tantos años de oscurantismo patriarcal. Quiero aprovechar estas palabras para dar las gracias a todos y cada uno de los Alcaldes y dirigentes políticos de la época, especialmente a Chimo Guarro que me animó a escribir y a Paco Cheroni por su amplitud de miras, invitándonos a muchas personas a participar. Les doy sinceramente las gracias por ayudarme a pasar de adolescente a joven de una forma tan sana y satisfactoria. Creo que a muchos nos ayudó a entender lo social de otra manera.

Un buen ejemplo fue Voces de Buñol, revista mensual subvencionada en gran parte por el Ayuntamiento en el que se podía opinar libremente sobre cualquier asunto, además de ser un excelente medio de comunicación para informar sobre los proyectos de desarrollo de las distintas Concejalías y de la Alcaldía. De hecho, era un Boletín de Información Municipal, ahora el BIM es una cosa bien distinta. Voces de Buñol cayó cuando los políticos quisieron dominarlo como arma política.

Los últimos años, demasiados, nuestros dirigentes políticos han dedicado más tiempo a hacerse la guerra que a concentrase en aunar ideas y esfuerzos por el bien común. No creo que hayan sido plenamente conscientes de estas actitudes, de hecho pienso que cada uno de nuestros Alcaldes y Concejales han hecho lo que bien han podido ó sabido, y también, menos veces, querido. También soy consiente de las limitaciones presupuestarias de un pequeño ayuntamiento, dadas las desastrosas políticas presupuestarias de todos los gobiernos para las administraciones locales. Pero, precisamente por eso, la imaginación y las ideas unidas son las únicas herramientas posibles. Y ahora, más que nunca, con los tiempos que corren.

Hace mucho tiempo que hecho de menos respuestas a preguntas importantes: ¿Qué queremos ser cómo pueblo y hacia dónde queremos ir y cómo vamos a hacerlo?

He visto como se construyen auditoriums y parques, como ponen servicios como el autobús, como se asfaltan calles, como se hacen bienales y conciertos, una carpa para fiestas, teatro, cine, servicios de limpieza, tomatina y más tomatina, más policía con más coches y motos, protección civil y creo que hasta ya hay una ambulancia de urgencias y muchas cosas más… Y todo eso está muy bien y requiere mucho trabajo, lo desarrollan todos los días nuestro alcalde y los concejales. Pero aún así y dándoles las gracias por su dedicación, sigo echando de menos un Plan General con imaginación, una clara filosofía y una realista estructura participativa con una barrera de actuaciones bien pensadas, analizadas y coordinadas, pero sobre todo, tiene que responder a una pregunta que debe convertirse en un fin: ¿Qué queremos ser cómo pueblo y hacia dónde queremos ir? Requiere un gran trabajo de fondo, un debate abierto y participativo y un gran consenso para conseguirlo, sin dejarse a nadie, personas independientes, profesionales, estudiantes, jóvenes, partidos, sindicatos, asociaciones, comerciantes, empresarios…

Durante estos años se han dicho muchas cosas que han quedado en palabras en el aire, solo tienen que ir a la hemeroteca y revisar los programas electorales de los partidos en los últimos años para confirmarlo.

Sin embargo tengo la sensación, después de leer el último BIM que algo está cambiando tímidamente- espero no ser un iluso- ,se están empezando a poner encima de la mesa planes concretos: el Plan de Competitividad Turística, la solicitud de ayudas para un nuevo Edificio del Mercado y la terminación, dios mediante, del Molino de Galán.

En fin, suenan planes, eso ya me parece importante. Pero no olvidemos que un plan no sirve si no se desarrolla con ilusión y participación, necesita de calles limpias, casas bonitas y cuidadas, buenos bares, copas y restaurantes… rutas urbanas y de montaña, agua, jardines, la siempre mal hecha y olvidada publicidad, ocio de calidad y… muchas cosas más. Todo esto no lo puede hacer un Ayuntamiento, necesita del compromiso y la participación de todos, también de una realidad llamada dinero. Planes dentro de un plan mayor, toda una filosofía: Eso es Política.

Enhorabuena a los que van pensando y haciendo.

domingo, 15 de marzo de 2009

ला तेला दे Araña

Las personas tenemos muchas herramientas, cualidades esenciales que usamos en el desarrollo de nuestras vidas. Rosa Montero en su maravilloso libro La Loca de la Casa habla de una de ellas: la imaginación. Excelente metáfora para describirla y fabulosa herramienta humana. Aún así, por fortuna, disponemos de algunas otras más: el deseo, los sentimientos, las emociones, la razón… y todas ellas se centran en una parte concreta de nosotros: el cerebro.
Hace algún tiempo un psicólogo con una dilatada experiencia clínica me definió la mente humana como una compleja tela de araña, en la que todos los cabos se interrelacionan con los demás. El ejemplo que me puso era claro, parece demostrado que cuando a un paciente se la aplica la hipnosis, por ejemplo, para eliminar una fobia (miedo a…), se comprueba que en verdad desaparece. Pero también se produce un efecto secundario: aparece otra. Partiendo de estas afirmaciones, hace tiempo que me rondan algunas ideas por la cabeza de carácter inconexo que hoy voy a intentar ordenar. Les agradezco que me den la oportunidad de hacerlo.
Volvamos al principio, son nuestras herramientas, nuestras capacidades un arma de doble filo. Por una parte, no podemos vivir sin ellas (pulsión vida) y, por otra, pueden llegar a convertirse en el peor de nuestros enemigos (pulsión muerte). Ejemplos hay a mansalva.
No se puede vivir sin desear, pero a veces el deseo nos domina y nos lleva derechos al precipicio. Hay personas que no pueden parar de comer, enferman y siguen comiendo. El deseo contrario es la delgadez y el resultado, la bulimia. Las drogas en toda su amplitud son otro buen ejemplo, te producen placer, consigues sentirte bien, para acabar con las neuronas destruidas, el hígado reventado y demás efectos secundarios. Aún así seguimos usándolas.
Es curioso como la razón, junto al conocimiento, nos indican un camino sano. Y más llamativo aún como somos capaces de “elegir” el camino más insano.
Con los sentimientos y las emociones pasa también algo parecido. ¿Quién no se ha enamorado de alguien que le ha hecho sufrir profundamente y ha seguido y seguido hasta casi reventar? La violencia, llamada de género, es un ejemplo radical de esto.
¿Cuántas veces se han oído o han oído decir: Me doy cuenta, se que sufro, me duele o me perjudica pero… NO PUEDO?
¿Qué significa ese NO PUEDO?
A mi entender son los deseos, los sentimientos, las tendencias, los instintos… el conjunto que nos hacen sentir esa compleja sensación llamada emoción. Ella nos motiva para “elegir” y pasar a la acción recorriendo una senda u otra. Son inmensamente fuertes y también, gran parte de ellas, son aprendidas en la infancia y arraigadas como un filtro a nuestras conductas con un carácter marcadamente inconsciente. De ahí que a la que nos damos cuenta… ya estamos perjudicados.
Cada una es un gran hilo en la tela de araña, o un insignificante trocito corto que sostiene a otros más grandes, pero todos son igual de importantes porque todos cumplen su función. Tocas uno y se modifica el dibujo. Toda la red se mueve. Así atrapa la araña a sus insectos, el contacto con cualquiera de los hilos es la señal de aviso y en cuestión de segundos ha atrapado su comida. En algunos casos incluso los hilos contienen pigmentos pegajosos en los que quedan atrapadas sus víctimas. Ya no es necesario correr demasiado.
Algo así nos pasa a nosotros los humanos dentro de la mente, un deseo o un sentimiento mueven los hilos y caemos en la trampa, en nuestra propia trampa. Todo parece moverse a través de una parte y nos perdemos el todo. Un buen ejemplo está en la actual crisis, la euforia económica de los últimos años nos hizo caer a muchos en la trampa del exceso ó del cálculo sin imprevistos. La casa, el coche, los viajes, los sueños… todos ideales y muy por encima de nuestras posibilidades. Sobrepasamos los propios límites en éste y en otros muchos más sentidos. El precio siempre es el dolor y el sufrimiento, cuando no la muerte (también en vida).
Es pues, al menos, a mi me lo parece, imprescindible, conocer la tela de araña. Cada uno la nuestra, porque, en verdad, aunque semejantes, todas son diferentes. Me parece la única manera de aprender a darnos cuenta de nuestra propia realidad y poner los pies en el suelo. Pero lo más importante es que ese conocimiento, o mejor, esa experiencia interna, nos enseñará a armonizar todos esos hilos y convertirlos en algo así como una obra de arte, al servicio de nuestra salud (el cuerpo también está controlado por la mente y viceversa) y del crecimiento, en definitiva, promoviendo nuestra vida.
Es imposible vivir sin equivocarse, pero al menos, cuando los errores o los fracasos lleguen- siempre llegan- seremos capaces de aceptarlos como parte de nuestro crecimiento. Como decía Edison cuando un periodista le preguntó si era verdad que había fracasado dos mil veces hasta llegar a inventar la bombilla, él le contestó: Está usted equivocado, no fracasé ni una sola vez, hice dos mil experimentos hasta llegar a construir la bombilla. Parafraseando a Arnaldo así es como yo lo entiendo y parafraseando a Emi Conócete a ti mismo y no se si conocerás el Universo, de lo que sí estoy seguro es que vivirás (emos) mejor.