domingo, 27 de agosto de 2017

¿Qué Buñol queremos?


La primera pregunta que todo ciudadano debería hacerse sobre su tierra quizá sea: ¿Qué Buñol queremos?
La pregunta tiene más rigor que nunca, la caída del PGOU nos obliga a volver a hacerlo, quizá no de cero, pero sí desde distintas perspectivas y con un análisis profundo sobre qué Buñol queremos, hacia dónde vamos, qué estamos dispuestos a mejorar, sin las prisas de la política rápida y electoralista, y a qué estamos dispuestos a renunciar desde los límites de la realidad, del pasado, del hecho, de aquello que ya está ahí y no podemos eliminar de un plumazo. Siendo realistas y sin perder de vista el fin que se encumbra desde el idealismo.
En lo público hay  que ser muy serio y tratar de ser lo más eficiente posible, no se me ocurre ningún camino mejor que el de la inteligencia colectiva apoyada sobre la base de  un conocimiento sólido y técnico sobre cada asunto. La tan de moda participación ciudadana no tiene un sentido serio sin el conocimiento necesario para elegir las opciones mejores desde el punto de vista técnico, social e institucional. La información veraz y el conocimiento contrastado crean la esencia del éxito en la participación ciudadana: el criterio desde el saber. La subjetividad del criterio individual tiene necesariamente que dar el paso fundamental hacia un criterio grupal o social. Solo cuando el representante y el representado trabajan juntos se puede conseguir la tan ansiada unión entre la ciudadanía y la política y la tan necesaria inteligencia colectiva. Hoy ninguna rama de la ciencia o del saber se sostendría sin el conocimiento multidisciplinar, la medicina trabaja con la ingeniería y la informática, la industria y la agricultura con la mecánica y la robótica… y así sucesivamente, el presente y el progreso no se entenderían sin tener en cuenta  la unión en los proyectos de las distintas y diferentes disciplinas que pueden y deben converger en un mismo fin.
Por todo ello, si queremos contestar a la pregunta qué Buñol queremos, desde el criterio, la eficiencia y la ilusión de progreso, debemos profundizar en crear estructuras que liguen el poder institucional con la inteligencia colectiva de ciudadanos y de técnicos.
Para conseguirlo se requiere claridad y actitud sin miedo al cambio y una profunda creencia en que juntos podemos hacerlo mejor que separados y distantes. Es algo obvio pero que desde el ámbito político ha sido muy mal gestionado en pro de intereses de partidos, de grupos económicos y de poder. Todos ellos ajenos a los problemas reales de las personas, buscando sus prebendas y llenos de corruptelas. Aún produciéndose a nivel autonómico y nacional no han dejado de penetrar en todas las capas de la sociedad, especialmente en los ciudadanos que han sufrido los abusos del poder y del dinero de forma brutal.
La nueva política es aquella que nunca debe perder de vista los intereses de los ciudadanos, del colectivo, pero también aquella que no olvide nunca la importancia de la inteligencia colectiva desde la participación real. No podemos progresar la una sin la otra, por mucho que se empeñen algunos partidos en hacernos creer de una forma retrógrada y patriarcal que todo nos irá mejor si dejamos la política en sus manos.
Hay que poner en valor la política local, la más cercana, la que conforma los pilares que sostendrán estructuras bien construidas, de abajo hacia arriba, de ahí la importancia del municipalismo como primer axioma, como primer escalón para que la inteligencia colectiva y los intereses de las personas impregnen todas las instituciones hace arriba. La  fuerza está en trabajar unidos, desde el sentido y el bien común, desde la energía y la actitud que se crea en el esfuerzo colectivo.
Tenemos que agruparnos, organizarnos, reflexionar, analizar y actuar juntos para conseguir que Buñol sea un oasis entre tanto desierto.
Buñol necesita un turismo de calidad lejos de las excesivas masificaciones, Buñol necesita un urbanismo del S.XXI accesible, eficiente energéticamente y comprometido con preservar nuestra naturaleza y nuestro medio ambiente, Buñol necesita suelo en óptimas condiciones para que industrias limpias se instalen y generen puestos de trabajo de calidad, Buñol necesita viviendas de fomento público sin especulación, Buñol necesita mayor y mejor educación social, Buñol necesita mayor coordinación entre áreas y servicios… y así un largo etcétera. Pero lo que más necesita Buñol es la ayuda y la participación de los buñoleros en el Ayuntamiento, personas con formación y con compromiso, con capacidad crítica constructiva, con propuestas e ideas creativas, con energía y actitud positivas, con un profundo amor a nuestro pueblo.

Buñol te necesita a ti, quizá no lo creas pero sin darte cuenta te has ido o quizá te echaron… sin darse cuenta, en el mejor de los casos. Vuelve… se te echa de menos.

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