miércoles, 5 de diciembre de 2012

El Plan




Ni siquiera desenchufando -a posta- todos los sentidos puede uno evitar verse condicionado por las noticias a las que algunos dan prioridad sobre el acontecer de nuestras vidas convirtiéndolas en lo que llaman actualidad. Da igual qué es lo más importante, ni qué es lo esencial, ni siquiera qué es lo más injusto y por tanto en su actualización, denunciarlo en forma de noticia.
Siempre me he preguntado quién fabrica las noticias y por qué. Pero lo que más me preocupa siempre es su tratamiento, porque depende de la hondura del análisis, de las pruebas, de qué se contrasta y qué no, se puede manipular la información hasta tal límite que se convierte en un insulto a la inteligencia, y lo que es peor, se puede convertir una media verdad en una mentira o una media mentira en una verdad.
El derecho a la información es un derecho constitucional, como otros tantos que no se cumplen, la información se usa en beneficio de unos pocos según convenga. Da rabia darse cuenta de como se manipula todo en función de los intereses políticos y económicos. Da mucha grima y genera una decepción enorme darse cuenta del montaje bestial que hay detrás de los grandes titulares. Enfurece que se hable de muertes, de desahucios, de personas sufriendo hasta límites inaceptables y que la mayoría de los medios, tanto en prensa, radio y televisión, hagan un tratamiento tan previsible, y lo que es peor, que siempre sean los mismos los que opinen sobre realidades que les son tan ajenas, especialmente porque la mayoría de los tertulianos o columnistas son personas  de la élite que suelen ser afines por motivos casi siempre económicos.
Da miedo pensar que estamos en manos de personas que se creen que saben y que valen más que nosotros, de personas que ven al pueblo desde un paternalismo educacional y de clase. Me viene a la memoria tantos derechos pateados, tantas vidas frustradas, tantas muertes en vida, tanto dolor y tanta injusticia sin que nadie tenga huevos a ponerle de una vez el cascabel al gato.
Cada día por mi trabajo veo como pequeñas empresas, autónomos y personas pierden todo lo que han conseguido durante toda su vida sin poder defenderse, sin que nadie pare esta destrucción de empresas que son viables y consecuentemente de sus puestos de trabajo. Conozco a una mujer que en su empresa tiene vendida toda la producción del próximo año y que va a tener que cerrarla, porque pese a avalar con todo su patrimonio personal-incluida su casa- sus bancos no le van a resolver la necesidad de financiación para poder desarrollar su actividad con normalidad hasta entregar al cliente y cobrar. Le costará todo lo que tiene más los despidos de todos su trabajadores. Y así he ido viendo durante estos últimos cuatro años, una tras otra, si que ningún partido político sea capaz de dar respuesta a esta sangría.
No he visto ni un solo medio que esté a diario informando sobre la barbaridad que está significando esto para nuestra economía, ni una sola manifestación en favor de los pequeños empresarios, autónomos y comerciantes que ven como se va por la borda todo por lo que han trabajado toda la vida, incluso varias generaciones, ni veo un solo partido político que se rasgue las vestiduras en pro de esos famosos emprendedores que van en todos sus programas electorales y que ahora están solos frente al sadismo, prepotencia y falta de respeto de las entidades financieras. No pueden imaginar lo que es ir a negociar con un banco y encontrarte con un director aleccionado, cagado de miedo por si pierde su puesto de trabajo, con unas directrices abusivas, incluso nulas, tanto en la reestructuración de préstamos como en la financiación de nuevos proyectos. No imaginan lo que se tiene que aguantar como asesor financiero, cuando acompañas a una persona o empresa a su banco y les dicen que si quiere la refinanciación del crédito que tiene al 4,25% se la harán pero al 9,75% o de lo contrario ejecutarán sus deudas  y los dejarán en pelotas. Y tener que escuchar que aún tiene que dar gracias. O acompañar a negociar a un particular para que no le quiten el piso con capacidad de pago para hacerse cargo de una cantidad menor y decirle que sí pero lo que antes era un Euribor+ 0,75 ahora se convertirá en un Euribor +4 y así cada día. Y hablo de los que tiene suerte de ser escuchados al menos, imaginen los que habrá en toda España. Y ni una sola directriz por parte del gobierno que regule o ayude a resolver estas situaciones.
Que alguien me lo explique: ¿Si están cargándose, hasta incluso hacerlos deudores de por vida, a los autónomos, comerciantes y las  pequeñas empresas que han peleado lo que no está escrito para mantenerse hasta hoy junto a su trabajadores y nadie les da protección alguna y son, se supone, nuestros emprendedores y los que pueden generar empleo y  riqueza, quién va a pagar los impuestos y va a crear puestos de trabajo?
Los desahucios son la consecuencia del problema... ¿Están o estamos todos completamente locos, ciegos o tontos? Menudo Plan.