lunes, 9 de abril de 2012

35 años de un Partido legal


No tengo recuerdos completamente nítidos del día que legalizaron al Partido Comunista de España el 9 de Abril de 1977, en mi memoria quedaron grabadas más las emociones que los hechos concretos. En Buñol la alegría era evidente. Y en un adolescente como yo, con muchos amigos del partido, sentía una especial y agradable sensación, especialmente porque fue Adolfo Suarez el presidente capaz de hacerlo y con evidentes tensiones, dificultades y oposiciones peligrosas. Éste hecho concreto significó un paso fundamental y necesario para la credibilidad de las intenciones del gobierno al contar con todos para conseguir una transición política verosímil. En la época había una talla política en los líderes de los partidos y una capacidad de diálogo, dadas las circunstancias, que ya nos gustarían para el presente. En general fue una época difícil pero llena de ilusiones y esperanzas que gracias a todos se consiguió una cierta y duradera reconciliación nacional. Recuerdo que entonces a los de UCD los fachas no llamaban rojos y los rojos fachas. Tal eran las contradicciones en un momento histórico de una delicada e incluso, en muchos sentidos, contradictorias situaciones y emociones ideológicas.
La transición fue difícil a nivel nacional, fueron grandes cambios y rápidos, se necesitó una digestión lenta en muchos sentidos, especialmente en aquellas tendencias políticas más radicales. Hoy en día solo quedan reductos testimoniales, los grandes partidos fueron aglutinando a todos aquellos que con los años vieron un futuro más esperanzador desde una cierta moderación política. Lástima que en algunos casos el absoluto pragmatismo deshiciera algunas de la esencias ideológicas de muchos de ellos. En general, estarán de acuerdo que el balance ha sido más que positivo en estos últimos 35 años, incluso pese a la delicada situación económica y política actual.
En 1979 en Buñol ganó las elecciones el PCE con 6 concejales, le siguió el PSOE con 3, la UCD con 2 y ARDE con otros 2. Es pues evidente que el Partido Comunista tuvo que tomar las riendas del gobierno y pactó con los socialistas, sus aliados naturales entonces. Hubo un momento en que esto cambió, no voy a entrar en detalles aunque me gustaría, durante siguientes legislaturas hasta la actual  se convirtieron en enemigos políticos, generando un bipartidismo a la buñolera.
Si algo es verdad en aquella época es que estaba todo por hacer, todo lo que tiene que ver con la modernización y la democratización de un pueblo, la ilusión de lo concejales era evidente y se transmitía, y en honor a la verdad, en esas dos legislaturas de transición el Partido(como realmente se le llamaba) y los demás partidos tuvieron en lo fundamental una gran dosis de responsabilidad, de diálogo, tratando sin necesidad de que todos los concejales tuvieran sus responsabilidades y con presupuesto asignado para cada una de ellas, pero su mayor capacidad a mi entender fue la de dar un sentido  real a la participación de los militantes de los partidos y a los ciudadanos en general. Cada concejalía, excepto las puramente técnicas, estaba compuesta por al menos una persona de cada partido y personas independientes que junto con el concejal responsable marcaban la líneas a seguir, la coordinación y la programación anual. Había en aquella época más información y de mayor calidad que en la actualidad, algo increíble, teniendo en cuenta que la tecnología de hoy con un solo botón hace más trabajo que diez personas repartiendo panfletos o escribiendo para que una vez al mes saliese publicada la revista recuperada Voces de Buñol. Creo que era una cuestión de complicidad, de actitud y de ganas, a diferencia de lo que hoy podríamos llamar un movimiento más cuantitativo. Había calidad personal, se fraguaron muchas amistades en aquellos tiempos entre concejales de partidos aparentemente opuestos y entre los militantes que componíamos las concejalías, no se trataba de ver a ver quien podía más sino a hacer todo aquello que nos unía en beneficio de Buñol. También es cierto que los contenidos ideológicos de los partidos de izquierda (sobre todo del PCE) predominaban sobre cualquier otro, pero siempre con un respeto sincero entre los demás grupos. De hecho, el buen hacer del gobierno en esta época generaba pocas grietas políticas importantes. El diálogo y la ilusión por hacer algo nuevo y dar el impulso que necesitaba Buñol resultó más importante que los intereses de partidos o particulares.
Personalmente tengo que agradecer al Partido Comunista de Buñol y a todos  los demás la oportunidad de participar en la Concejalía de Juventud con Chimo Guarro como concejal, en la de Cultura con Paco Cheroni y en Voces de Buñol en distintas responsabilidades. Para un joven de 13-14 años de la época fue una escuela muy sana y que disfruté mucho, les aseguro que les debo una adolescencia-juventud que ya quisiera para mis hijos.
El Partido Comunista de entonces supo hacer junto al PSOE, la UCD, ARDE incluso  Alianza Popular en la segunda legislatura una transición política modélica, fueron personas capaces de ver más allá de los dogmas ideológicos.
La legalización del PCE fue un acto de justicia política que nos benefició a todos sin duda alguna.

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