lunes, 15 de agosto de 2016

Por qué pensar



La foto que elijo hoy es de Ximo Ferrer, me gusta mucho su blanco y negro y sus enfoques y perspectivas, aunque reconozco que no hay nada como el color cuando se trata de captar la vida que más me reconforta.
Algunas personas no cantan en la ducha, desde que se despiertan hasta que se acuestan su actividad preferida o necesaria, no estoy seguro, es pensar. A los disléxicos nos cuesta leer sobre todo si lo escribimos nosotros, pensar es más fácil, se mueve como agua en un río, por gravedad, en este caso, humana. Pensar es muy gratificante si se hace ordenadamente, los problemas con el pensamiento es cuando choca con la emociones o cuando se amontonan y de tantos y tantos juntos no puedes pensar de tanto pensar, los profesionales de la mente lo llaman entropía psíquica.
Parece pues claro que pensar mucho es malo y pensar poco probablemente también, o quizá no pensar sea mejor forma de que estemos tranquilos, no estoy seguro, aunque tengo cierta tendencia a pensar que la virtud está en usar cada herramienta humana en su medida. Cosa nada fácil por cierto, se necesita mucho experiencia, auto-conocimiento  y entrenamiento.
Ayer pensé 34 veces en cómo llegar a final de mes, 26 veces qué es el amor y la amistad, 25 veces cómo ser mejor y que los demás me quieran, 22 veces cómo se llega a los 50 sin libro de instrucciones y cómo juzgamos por ello, 19 veces me pregunté si sabemos los buñoleros hacia donde vamos, 17 veces si soy buen padre y quizá buena persona, 16 veces qué y cómo lo haría si volviera a nacer con lo que creo saber a estas alturas de mi vida, 15 veces qué hago en cada lugar que estoy, 13 veces qué fue de tanto ideal y de tanto sentimiento rozando cada una de nuestras entrañas, 10 veces cómo puedo cuidar mejor de mi cuerpo, de mi mente, de mi familia, de mis amigos y de mis plantas, 18 veces si cuido a mi madre lo suficiente, 8 veces si soy raro, 6 veces cómo es posible sentirse a mi edad con la mayoría de necesidades que tenía a los 20 años, 5 veces en todas aquellas personas que sin querer he podido hacer daño, 3 veces en si aquellas personas que me han hecho mucho daño se dieron cuenta y 1 vez en qué peligroso es ir conduciendo mientras piensas en muchas cosas a la vez, aunque relaje esa soledad, el control y el movimiento.
Lo gurús de la sabiduría de estas cosas tienen varias teorías, aunque yo les llamaría hipótesis: Hay quien piensa que dejarse sentir y pensar poco es la manera de ser más feliz, los hay que afirman que no desear nada es la manera de estar en paz (a mi me suena a muerto), algunos están seguros de que no es posible ser feliz, ni siquiera estar bien durante todo el tiempo, los más escépticos opinan que todo depende de nuestra incapacidad para gestionar nuestros miedos, los que yo llamo armónicos creen que somos parte de una energía única que si sabes encauzarla todo irá muy bien, los sociólogos y antropólogos más radicales afirman que la dimensión social y las circunstancias humanas son tan complejas que somos incapaces  de poder entender y digerir tanta información y tantas acciones, hay algunos muy llamativos en sus conjeturas porque están convencidos de que la felicidad no es para esta vida, la vida plena está después de la muerte, uso el verbo estar porque el ser me parecería muy necrológico, y por último, de entre los que he considerado más destacados, están los románticos intelectuales, estos pregonan un vida plena si encontramos la armonía-siempre me recuerda a mi tía Armonía, mi madrina y tiene sentido y todo- son aquellos que creen al ser humano capaz de ordenar, medir, calibrar hasta sentir y pensar que cada cosa está en el lugar adecuado. Podría seguir, pero creo que tenemos suficientes referencias para hacernos una idea de las distintas creencias que circulan por el inconsciente colectivo.
Tengo mi propia hipótesis, quizá un poco enredada, circulando entre la gran tela de araña que es la mente humana, aún así el hilo está, en noches como ésta lo veo con toda claridad, en color, en su color y en su recorrido, lo que no consigo ver nunca es su final, es tan largo…


No sé si es bueno pensar, lo que sí sé es que pensar es necesario, de hecho en general solemos pensar poco y mal, probablemente porque nos enseñan muchísimas cosas que ocupan su espacio, ese momento que necesita tranquilidad, tiempo y reposo. Conceptos que ni aún cantando en la ducha salen claros ante nuestros ojos.

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