lunes, 3 de agosto de 2009

मिसेरिया Política

Me sabe mal, muy mal, escribir sobre Buñol en un sentido quejoso. Pero es que nos estamos luciendo en lo político. Otra vez se ha roto el pacto de gobierno y otra vez competencias a hacer puñetas. Resultado: Menos personas trabajando, menos ideas, menos soluciones y más problemas.
Ahora llega la rumorología, la más divertida y estúpida forma de comunicación: Que si el alcalde va a dimitir a favor del concejal de urbanismo, que han esperado a conseguir la aprobación de no se qué para romper el pacto, no… que ha sido por la Tomatina para niños, unos que la culpa la tiene el PSOE, otros, que la tiene IU, que no van a permitir unos a otros sacar réditos políticos, es decir, votos. Que los partidos minoritarios junto con IU van a hacer una moción de censura… en fin un montón de sandeces o verdades a medias o mentiras. No importa ahora demasiado quién tiene la culpa. La respuesta solo serviría para distanciarse más.
Creo que todos tienen el deber y sería conveniente informar claramente sobre lo qué está ocurriendo de verdad.
La pregunta: ¿Por qué ocurre todo esto y para qué?
Seguramente porque siempre hay algunos personajes que creen que van a conseguir algo con la competencia feroz, porque la oposición al otro, de cualquier manera, se ha instalado hace demasiado tiempo en la política, defraudando a cualquiera que tiene ilusión por trabajar aportando ideas sanas y beneficiosas para la comunidad. Los valores políticos se han volatilizado. La única moral, y aquí contestamos a la segunda parte de la pregunta, es conseguir el poder sin importar el medio. No hay mayor error, una vez han hablado las urnas, que dedicar el tiempo a destruir al adversario. Las oposiciones deberían tener un carácter crítico y constructivo, dedicándose a aportar ideas y transmitirlas al gobierno de turno y, especialmente, a los ciudadanos, para que conozcan lo bien, mal o regular que se están haciendo las cosas. Información veraz, verdadera información. Lo desagradable es que no pasa así, las rencillas personales y el rencor son los que mueven los hilos de la acción política, convirtiendo una de las actividades más enriquecedoras y nobles a la que una persona se puede dedicar en un mercado barato de miserias humanas.
En Buñol, y en otras muchas partes, hace mucho tiempo que está ocurriendo y es hora de decirlo, sin personalizar, sin cabezas de turco, sin mentiras ni montajes, sin rencores ni descalificaciones personales, es hora de exigirles a nuestros políticos que hagan su trabajo y nada más y además, que lo hagan lo mejor que puedan. También es hora de que sepan que éste pueblo- y otros muchos- se adormece en la rutina y en el hastío. Y que estamos hartos, al menos yo, de que nos traten como si fuésemos imbéciles. Hartos de que dediquen su tiempo, como en la gran farsa del cotilleo, a algo que no sirve para nada, excepto para entretener vidas vacías, para generar división y grupos de compadreo con la intención de menospreciar y reírse de los otros y conspirar como niños, incluso con su mismo sadismo. Habría que añadir aquí una gran hipocresía y muchas ganas de medir y ver quien puede más. O quizá en el mejor de los casos, generar cortinas de humo inconscientes (o no) para esconder, cada uno en sus responsabilidades, la propia incompetencia.
Hay que exigirles a nuestros políticos, a todos, que abandonen este camino. No va a ningún sitio, no se consigue nada, absolutamente nada. Hoy más que nunca, dadas las circunstancias, necesitamos que todos trabajen juntos, que todos los concejales y el alcalde a la cabeza se pongan de acuerdo, sepan que quieren hacer, cómo y hacia dónde quieren ir. Y que no lo digan, alto y claro. Que se repartan las competencias, que se asignen presupuestos, que se active y se consiga la participación ciudadana en todas las concejalías. Que se motive para que aporten su trabajo nuevas personas, generadoras de ilusión y trabajo, también credibilidad y acción, hechos que hagan de la política una actividad saludable, beneficiosa para todos. Que los políticos interaccionen en sus relaciones públicas con todo tipo de personas, saliendo de los círculos viciosos de la seguridad del militante, conocido o amigo, recogiendo el pulso de la calle, la necesidades reales, las carencias del día a día, así conseguirían conocer los verdaderos problemas para dar soluciones reales. Hay que creérselo y tener ganas y no ver a nadie como un enemigo. ¿De qué sirve?
Hagan cooperación en vez de oposición destructiva, sean gobierno u oposición, sea cual sea su número de concejales, consigan saber lo que quieren y lo que hay que hacer, y si no saben, busquen a cómplices de la calle, los hay y muchos, que si se sienten respetados y si consiguen que les crean les ayudaran para mejorar. Déjense de perder el tiempo en confrontaciones y mejoren la calidad de vida de los buñoleros con medidas que den trabajo, ocio de calidad, creatividad, cultura abierta y disfrutable, arriésguense, busquen la empatía con los jóvenes, maduros y ancianos, cada uno en su papel. Déjense de pamplinas, escusas culpando al otro y dedíquense a lo que se comprometieron con sus votantes que a la postre, son personas como ustedes, con sus defectos y virtudes.
Si lo hacen así, cuenten(al menos) conmigo. De lo contrario, vayan a la mierda. Ya está bien.
Dejen de hacer el Soca, en su peor sentido y nunca mejor dicho.

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